No fue una típica historia

La autora, Lorena Martinez, nació en Villa General Belgrano, ciudad en la cual también reside.
Avida lectora por herencia materna, desde muy chica se dedica a escribir de manera autodidacta.
Actualmente se desempeña como secretaria del Concejo Deliberante de la Municipalidad local.

No fue una típica historia
Se entrelazaron los dedos, se fundieron en abrazos
Pero viviendo en silencio
Sentimientos no encontrados.
Nunca fueron dichas las palabras
Se convirtieron en halos de aire rondando
Dos cuerpos que se atraían, dos miedos que se perdían
Por caminos de distintos sentidos
Cegando al corazón, volviéndolo testigo
Aferrándose a un destino no escrito, y entonces, perdido.
No fue visible el camino
Nunca hubo nada dicho
La historia fue olvida, pero nunca se cerró el libro.
Y de pronto se encontraron, las dos almas sin sonido
Se miraron recordando,
Se cruzaron sin sentirlo.
Y la historia continúa, aunque está completamente cambiada
¿Volverá el corazón a vivirlo?
¿O finalmente el punto final se agregará al libro?
Aunque no haya ahora destino
Que parezca certero
Donde el viento es secreto, aunque mueva todos los hilos.
Existen gritos en el eco, existen palabras que no se han dicho
Existe a veces el silencio, que busca entender el ciclo.
Y en el espacio y tiempo se desdibujan los límites
Se comienza a ver la historia
Como lo que pudo ser
Cuando en realidad no es certero el momento de silencio
Donde se unieron suspiros y nació el sentimiento.
No fue una típica historia
Quizás, fue un fragmento
De un pensamiento que en ese momento era un secreto.
No llegó a ser historia
Por distancia, por templanza
Sobre todo, por el miedo
De que sea algo sincero.
Los años les devolvieron,
Sin pensar, algún recuerdo
Los cambios que ambos vivieron
No pueden llegar a ser eternos
No es una historia típica
Los personajes sonrieron
A pesar de no estar juntos
En todo el camino incierto.
No fue siquiera una historia,
Más que un mar de pensamientos
Mezclados con sentimientos
Que sucumbieron al tiempo
Y se ahogaron en el miedo.

1 comentario en “No fue una típica historia”

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